Los peligros de inhalar polvo industrial

Las actividades industriales que desprenden polvo respirable van desde los procesos de carga y descarga de mercancías en el interior de naves, en los que el vehículo que entra puede - al circular - desprender polvo de hormigón del suelo en su tránsito hasta, sobre todo, cualquier proceso de fabricación, mantenimiento o producción que suponga, por ejemplo, el tener que trabajar con piezas o materiales que precisen corte, cincelado, triturado, perforado, taladrado, rectificado…

Si añadimos el que este polvo nocivo – una vez generado en cualquiera de los procesos anteriores - no se limpia, se acumulará en suelos, paredes, herramientas y ropa de los operarios, empeoraremos mucho más aún la calidad del aire que estamos respirando.

Además, tenemos que ser conscientes del gravísimo problema de que respirar polvo no afecta solo a los operarios que están realizando los trabajos y procesos en los que éste se genera, sino que también incide directamente sobre todo el personal de las oficinas, clientes o proveedores que visitan – de forma más o menos ocasional - las plantas de producción.

La sobrexposición al polvo industrial causa varias enfermedades pulmonares

Estas son algunas de las enfermedades que producen el polvo en nuestro sistema respiratorio:

• Asma y problemas en los alveolos
• Irritación respiratoria y ocular
• Alergias
• Lesiones de piel: irritación cutánea y dermatosis
• Intoxicación: por trazas de cadmio, plomo o manganeso suspendidas en las nubes de polvo
• Enfermedades pulmonares que, dependiendo del polvo que estemos respirando pueden ser: asbestosis, aluminosis, silicosis, siderosis, beriliosis, estañosis…
• Cáncer en los conductos respiratorios o nasales
• Infecciones respiratorias de muchos tipos ocasionadas por los virus, hongos y bacterias que se trasladan en las nubes de polvo
• Conjuntivitis
• Riesgo de explosión: materias orgánicas y metales sólidos pulverulentos en el aire pueden arder explosivamente

¿Cómo eliminar el polvo en instalaciones industriales?

Son muchos los profesionales del sector industrial los que se preguntan si es posible eliminar el polvo de sus instalaciones, para proteger la salud de los trabajadores.  

Si, simplemente, cuando estamos usando herramientas para cortar, taladrar, amolar… No lo dejamos salir, hemos acabado con el problema de raíz. Esto es lo que se conoce como aspiración en el origen, es decir, capturarlo en el punto en el que se origina el contaminante.

¿Cómo aspiramos en el origen? Conectando a cada herramienta un colector que capture el polvo antes de que el operario pueda respirarlo.                                     

Además, en las labores de limpieza: nunca barramos porque sencillamente estamos cambiando el polvo de un lugar a otro. Aspiremos para que el polvo no se mueva ni se levante.

Si quieres capturar los contaminantes que se producen en cualquier proceso industrial antes de que salgan, ponte en contacto con nosotros.

En Barin nos preocupa el aire que respiras, por ello contamos con una amplia gama de productos dirigidos a aspirar el aire y acabar con los contaminantes en el área de trabajo.