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¿Cómo evitar el polvo y el humo en suspensión?

Cuando hablamos de partículas en suspensión, hacemos referencia a todas las partículas sólidas y/o líquidas que se encuentran suspendidas en el aire. Esta mezcla compleja que contiene polvo, polen, hollín, humo o pequeñas gotas, se caracteriza por tener diferentes tamaños (grueso, fino o ultrafino).

Estas partículas pueden ser emitidas al aire de forma directa cuando provienen de fuentes como los procesos de combustión o el polvo arrastrado por el viento, o bien formarse en la atmósfera por la transformación de gases emitidos como el Dióxido de Azufre SO2. 

Los sulfatos y la materia orgánica son los principales componentes del conjunto de partículas en suspensión que contaminan el aire, si tomamos como referencia la masa de éstas.

El polvo mineral, los nitratos y el hollín también pueden llegar a ser componentes mayoritarios en determinadas condiciones. 

Polvo de hormigón en superficie

¿Qué partículas en suspensión son más peligrosas para nuestra salud?

La exposición a las concentraciones de partículas en suspensión afecta especialmente a nuestro aparato respiratorio. Cuanto más finas sean las particulas, más peligrosas resultan para el ser humano al ser inhaladas.

Además del tamaño, hay otras características físicas, químicas y biológicas que pueden aumentar mucho los efectos dañinos para la salud de las personas, por ejemplo, la presencia de metales, componentes orgánicos o determinadas toxinas.

Algunos grupos de población como las personas de avanzada edad, niños, asmáticos o personas con enfermedades cardíacas y pulmonares preexistentes, son más propensos a tener problemas de salud a causa de las partículas en suspensión presentes en el ambiente. Sin olvidarnos de los trabajadores que, durante el desempeño de sus funciones, generan contaminantes que quedan suspendidos en el aire como en el caso de los soldadores de la industria metalúrgica o electrónica, profesionales que cortan o pulen la fibra, la madera, etc.

Brazo articulado

¿Cómo evitar problemas de salud?

Para estos casos hay una solución eficaz: captar el contaminante desde el punto en el que se origina. Es decir, las partículas no pasan al ambiente en el que trabajamos, sencillamente porque no permitimos que se liberen al exterior.

BARIN, desde 1973, está especializada en la captación de los contaminantes desde el origen.

Ofrecemos una completísima gama de brazos articulados que capturan el humo proveniente de trabajos de soldadura y de colectores acoplados a las herramientas que consiguen que los contaminantes – polvo, humo…- , no lleguen a ser inhalados por los trabajadores.

En BARIN…¡NOS PREOCUPA EL AIRE QUE RESPIRAS!