14 de diciembre de 2021
Intoxicación por inhalación de sustancias químicas
El sector metalúrgico utiliza, prácticamente a diario, una gran cantidad de productos químicos, tales como, solventes, resinas, poliuretanos o aceites, así como otras muchas sustancias que se emplean en los procesos de fabricación, durante el tratamiento de las superficies de los materiales empleados o a lo largo de las operaciones de limpieza, entre otras muchas.

Ahora bien, trabajar sin la protección adecuada aumenta el riesgo de sufrir una intoxicación por metales pesados, provocando los primeros síntomas, y, consecuentemente, efectos nocivos, tanto para la salud de los trabajadores, como para la de todas aquellas personas que transcurren por el interior de las instalaciones. Por este motivo, es imprescindible acabar con estos gases contaminantes antes de que salgan, capturándolos en el origen.
¡Desde Barin nos preocupa el aire que respiras! Por ello, ponemos a tu disposición una gran cantidad de herramientas e instrumentos con los que podrás protegerte frente a las sustancias químicas resultantes de los procesos industriales que componen la metalurgia.
Inhalación de sustancias químicas por tratamiento de metales
Como hemos mencionado anteriormente, inhalar sustancias químicas durante el tratamiento de los metales en la industria metalúrgica provocaría efectos secundarios para la salud de aquellos que los respiren de forma frecuente. Desde Barin, aspirar los gases contaminantes desde el origen se convierte en una prioridad para velar por la higiene y la seguridad en el entorno de trabajo.
Los procesos de fabricación, tratamiento y limpieza que se desarrollan en las industrias metalúrgicas, y, que, en consecuencia, más efectos nocivos producen para el organismo de aquellos que no se protegen de forma adecuada son:
- El electro pulido. Es un método electroquímico, habitualmente utilizado para alisar, pulir, limar y limpiar una gran cantidad de metales. En definitiva, hablamos de una técnica tremendamente útil a la hora de acabar con las imperfecciones de una determinada pieza elaborada con metal, consiguiendo prolongar su vida útil durante un largo periodo de tiempo. Mediante esta técnica, se originan una gran cantidad de partículas contaminantes que permanecen en suspensión contra las que los empleados industriales deberán protegerse a conciencia.
- La limpieza acuosa. Como su propio nombre indica, la limpieza acuosa es un método empleado, fundamentalmente, para la limpieza y desinfección de aquellos metales que queremos proteger. Para ello, se utiliza una solución, la cual es, generalmente, alcalina, neutra o ácida. Su temperatura suele oscilar entre los 40º y los 90º con el fin último de conseguir una limpieza y desinfección mucho más completa.
- El Proceso químico al que se someten aquellas piezas de metal sobre las que pretendemos suprimir los óxidos y malformaciones que se encuentran en su superficie. De esta manera, limpiaremos la pieza para su posterior tratamiento. Durante el proceso de decapado se eliminan las capas adherentes, las capas de óxido y otros productos de corrosión a través de una reacción química protagonizada por un agente de decapado ácido. El clorhídrico y el sulfúrico son, generalmente, los ácidos más empleados durante el proceso, pero no los únicos. En algunos casos también se utilizan el ácido nítrico, el ácido fluorhídrico o el ácido fosfórico.
- La anodización. Hablamos de un proceso de oxidación electrolítica aplicado en los metales sobre los que queremos conseguir una mejora en su aptitud natural. Con estos revestimientos se puede conseguir incrementar el espesor del metal 1.000 veces más. El material más común para ser sometido a anodización es el aluminio, debido a la alúmina (Al203) formada en su superficie. Para aplicaciones específicas, el aluminio puede ser anodizado en muchos otros tipos de solución de proceso: el ácido fosfórico, los ácidos sulfúrico y oxálico, los ácidos sulfúrico y salicílico y los electrolitos de ácido crómico.
- La fosfatación. Reacción química realizada mediante un agente fosforado. El tratamiento de una superficie con una solución diluida y caliente de ácido fosfórico permite su pasivación (estado de los metales o aleaciones en las cuáles la velocidad de corrosión es disminuida por la presencia de una capa pasiva, natura o artificial), y mejora su resistencia a la corrosión de los revestimientos de pintura.

¿Cómo evitar la intoxicación y el envenenamiento por inhalación de metales pesados?
En Barin lo tenemos claro, ¡nos preocupa el aire que respiras! Por ello, contamos con una amplia gama de productos que aspiran el aire en el origen y acaban con las sustancias químicas tóxicas propias de la actividad industrial metalúrgica. Comienza a desarrollar una producción metalúrgica segura y totalmente profesional con la que no corras riesgos.
Si quieres capturar los contaminantes que se producen en cualquier proceso industrial antes de que salgan, ponte en contacto con nosotros. Nuestros profesionales estarán encantados de atenderte y poder asesorarte sobre la decisión que mejor se adapte tanto a ti, como a tus circunstancias. Consigue que los empleados trabajen de forma higiénica y segura, y que tus instalaciones queden protegidas frente a estas sustancias. ¡Barin es la solución!