Peligrosidad del manganeso en humos de la soldadura: medidas preventivas y sistemas de aspiración
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La soldadura es una de las principales actividades que se hacen en talleres de automoción, industria metalúrgica, fabricación de estructuras y sectores como el naval o el ferroviario. Aunque esta actividad forma parte del día a día de miles de profesionales en el mundo, su práctica implica una serie de riesgos, que si no se controlan de forma adecuada, pueden suponer graves problemas para la salud. Entre muchos riesgos, destaca sobre todo la exposición al manganeso presente en los humos de soldadura.
Quitando las molestias respiratorias o irritaciones que puedes sentir en el momento, los humos que se producen cuando se realiza una práctica de soldadura contienen partículas metálicas de un pequeño tamaño. Estas partículas son capaces de penetrar profundamente en el organismo, especialmente cuando no se cuenta con sistemas de captación y ventilación adecuados. Uno de los componentes que merece especial atención es el manganeso, un metal presente en muchos consumibles y materiales utilizados en la soldadura y cuya exposición continuada puede derivar en efectos neurológicos severos.
Este artículo explica por qué el manganeso supone un riesgo, cómo puede afectar al soldador y qué medidas resultan más eficaces para evitar la inhalación de estos contaminantes metálicos, prestando especial atención al papel que desempeñan los sistemas de extracción y aspiración en origen.
El riesgo real del manganeso en humos de soldadura
El manganeso es un elemento químico habitual en aceros y aleaciones, así como en los consumibles utilizados para soldar. Durante los procesos de soldadura MIG, MAG, TIG o manual con electrodo revestido, el calor extremo provoca que parte de este metal se vaporice y pase al aire en forma de partículas metálicas. Aunque estas partículas son invisibles a simple vista, pueden inhalarse con facilidad y acumularse en el organismo.
Una vez dentro del cuerpo, el manganeso tiene afinidad por el sistema nervioso central. La exposición prolongada o repetida puede originar un cuadro denominado manganismo, un trastorno neurológico con síntomas similares a los de la enfermedad de Parkinson.
Para minimizar este riesgo, existen límites de exposición establecidos en distintas guías técnico-legales. Aunque estos valores pueden variar según región y normativa de referencia, todos apuntan a la misma dirección: el control ambiental y la captación de humos en origen son fundamentales para proteger al trabajador.
Situaciones habituales de exposición en entornos industriales
Los soldadores que trabajan en talleres de reparación, industria pesada o construcción metálica suelen operar en entornos donde la generación de humos es constante. Cuando la actividad se hace en espacios cerrados, zonas con poca ventilación o sitios donde se pueden acumular nubes de partículas, la peligrosidad aumenta de manera considerable. La ausencia de un sistema eficiente de aspiración localizada también puede agravar el problema, ya que los humos permanecen suspendidos en el aire durante más tiempo del debido y pueden ser inhalados incluso después de haber terminado la operación de soldadura.
Pensemos en un operario que trabaja reparando un chasis o bastidor en un área de trabajo reducida. Aunque utilice casco y protección ocular, si la ventilación no es suficiente, la nube de partículas generada permanecerá en el ambiente, entrando en contacto con sus vías respiratorias y con las del resto del personal que se encuentre en la zona. Con el paso del tiempo, esta exposición repetida puede desencadenar los problemas neurológicos descritos anteriormente.
Medidas preventivas: una estrategia integral
Para reducir la exposición al manganeso y a otros humos metálicos, es necesario adoptar una estrategia preventiva que abarque tanto la organización del trabajo como el uso de protecciones individuales y colectivas. La formación del personal resulta esencial. Los soldadores deben conocer los riesgos asociados a estos humos, saber identificar situaciones peligrosas y recibir formación específica para trabajar con consumibles apropiados, elegir parámetros de soldadura adecuados y mantener una correcta postura y distancia respecto al arco.
Equipos de protección individual
El uso de equipos de protección individual es indispensable, pero nunca puede considerarse la única medida preventiva.
- Mascarillas de filtración P3 o equipos respiratorios asistidos.
- Pantallas de soldador homologadas.
- Guantes y ropa ignífuga.
- Protección ocular y auditiva en función del entorno.
No obstante, es importante subrayar que los EPI no sustituyen los sistemas de extracción y ventilación, sino que los refuerzan.
Sistemas de aspiración: la medida más efectiva contra la exposición
Seguir las recomendaciones de las medidas organizativas y usar los EPIs adecuados son cruciales, pero no dejan de ser acciones complementarias y que no te protegen del todo, la mejor forma de evitar la inhalación de humos de soldadura es la captación en origen. Cuando los humos se aspiran justo en el punto donde se generan, se evita que se dispersen en el ambiente y lleguen al soldador o a otros trabajadores.
Existen diversas soluciones dependiendo del espacio, del volumen de trabajo y de la configuración del taller o planta industrial. Entre ellas podemos destacar los brazos de aspiración articulados, los sistemas móviles para procesos en los que la soldadura no se realiza siempre en el mismo sitio y los sistemas centralizados para naves industriales donde operan múltiples puestos de soldadura.
Además de reducir la concentración de partículas metálicas en el aire, estos sistemas contribuyen a mantener un entorno más ordenado, favorecen la ventilación, disminuyen la acumulación de polvo y partículas y mejoran las condiciones globales de higiene. Esto no solo repercute en la salud del soldador: también influye en la eficiencia del trabajo, la calidad del acabado y la durabilidad de las instalaciones.
Confía en Barin: Expertos en sistemas de aspiración industrial
Ante los serios riesgos que representa el manganeso en los humos de soldadura, la única prevención eficaz es actuar directamente sobre el foco de emisión. En Barin no solo conocemos en profundidad la normativa y los peligros de estos contaminantes, sino que somos la empresa líder experta en la instalación de sistemas de aspiración industrial específicos para humos de soldadura. Nuestras soluciones de captación en el origen (como brazos articulados, mesas de aspiración y filtros de alta eficiencia) garantizan que las partículas de manganeso sean eliminadas antes de que lleguen a la zona de respiración del soldador, asegurando un entorno de trabajo seguro, saludable y libre de riesgos a largo plazo. Protege a tu equipo con la tecnología y la experiencia que solo Barin puede ofrecerte.
