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Funcionamiento de los Brazos Articulados en humos de soldadura

Cuando se sueldan piezas de metal o se realizan trabajos de recubrimiento, relleno … el trabajador está totalmente expuesto a la inhalación de los humos que se producen.

El respirar estos humos acaba produciendo – en poco tiempo - escalofríos, dolor de pecho, tos, sabor metálico en la boca, dolor de cabeza, fatiga, ronquera…y, lamentablemente, a medio y largo plazo provoca enfermedades respiratorias muy graves e irreversibles ya que las partículas metálicas que contiene el humo de soldadura son muy pequeñas y, cuando llegan a nuestros pulmones, se alojan ahí y es imposible eliminarlas.

¿Me gustaría que éste fuera el aspecto de mis pulmones?

¿Cuál es la SOLUCIÓN?

Muy sencillo: interponer entre el foco de producción del humo y las vías respiratorias del trabajador un elemento que CAPTURE el humo en su ORIGEN. ¿Cómo lo conseguimos? Con BRAZOS ARTICULADOS.

Los BRAZOS ARTICULADOS - fabricados en aluminio o con flexibles de fibra de vidrio o en material plástico resistente a la temperatura – tienen un sistema de articulación (interior o exterior) y terminan en una campana que se posiciona fácilmente entre el punto en el que se produce el humo y las vías respiratorias del soldador.

La instalación se completa con un aspirador que canaliza el humo por el brazo y a través de los conductos de evacuación. El humo puede ser filtrado o no.

El movimiento del BRAZO ARTICULADO es muy sencillo facilitando al máximo el posicionamiento del mismo.

Su campana dispone de un asa para facilitar la colocación de la misma en el punto en el que se origina el contaminante.

Hay una gran gama de BRAZOS ARTICULADOS a disposición de nuestros clientes y según la necesidad de aspiración, las dimensiones del puesto de trabajo…

Diámetros desde 75 mm a 200 mm, longitudes desde 1 a 8.5 metros, modelos telescópicos, ATEX…¡para adaptarse a cualquier puesto de trabajo y a las necesidades concretas de cada operario!

En BARIN…¡nos preocupa el aire que respiras!