12 de noviembre de 2021
Gases de Combustión: Qué Son, Efectos en la Salud y el Medio Ambiente, y Soluciones de Aspiración Industrial
La inhalación de gases de combustión tiene graves consecuencias en la salud. Los operarios de la industria constituyen un grupo de riesgo, pues trabajan a diario rodeados de estas sustancias y compuestos químicos. Sigue leyendo para saber cómo velar por su seguridad.

La combustión
La combustión es un término fundamental en numerosos procesos industriales y cotidianos. Se define como la acción y efecto de arder o quemar. Desde una perspectiva técnica, la combustión es una reacción química de oxidación exotérmica, es decir, que libera energía en forma de calor y luz (habitualmente como llama o incandescencia). Esta reacción se produce entre un material combustible (que puede ser sólido, como madera o carbón; líquido, como gasolina o gasóleo; o gaseoso, como gas natural o propano) y un comburente, que en la mayoría de los casos es el oxígeno (O₂) presente en el aire. Sin estos elementos, junto con una energía de activación que inicie el proceso, la combustión simplemente no puede ocurrir.
El resultado directo de este proceso son los gases de combustión, cuya composición es variable y depende intrínsecamente del tipo de combustible utilizado y de la eficiencia y condiciones específicas de la reacción de combustión (por ejemplo, la temperatura alcanzada y la disponibilidad de oxígeno). Es importante entender qué se desprende de una combustión, ya que una gran proporción de estos gases son contaminantes y, en muchos casos, tóxicos, requiriendo su tratamiento y eliminación controlada antes de ser liberados a la atmósfera para proteger tanto la salud humana como el medio ambiente.
En Barin, como expertos en sistemas de aspiración y filtración industrial, comprendemos profundamente la naturaleza de estos gases y la importancia vital de su correcta gestión.
Desglosando la Combustión: Tipos y Características Fundamentales
Para abordar adecuadamente los gases de la combustión, es útil comprender que no todas las reacciones de combustión son iguales. Podemos distinguir varios tipos principales:
- Combustión Completa: Ocurre cuando hay suficiente oxígeno para que todo el combustible reaccione completamente. En el caso de hidrocarburos (compuestos de carbono e hidrógeno), los productos principales son dióxido de carbono (CO₂) y vapor de agua (H₂O), liberando la máxima energía posible.
- Combustión Incompleta: Se produce cuando la cantidad de oxígeno es insuficiente para la oxidación total del combustible. Esto lleva a la formación de productos indeseados y peligrosos, como monóxido de carbono (CO), hollín (partículas de carbono puro) y diversos hidrocarburos no quemados. Esta es una preocupación mayor en entornos industriales mal ventilados o con equipos de combustión mal ajustados.
- Combustión Estequiométrica: Es un caso ideal de combustión completa donde se utiliza la cantidad exacta de comburente teóricamente necesaria para quemar completamente el combustible.
- Combustión Rápida: Es la que conocemos comúnmente, con producción de llama y liberación rápida de calor, como en un motor de combustión interna o una caldera industrial.
- Combustión Lenta: Es una oxidación que ocurre a bajas temperaturas y sin emisión de luz visible, como la oxidación de metales. Aunque no genera los mismos gases de forma aguda, es un proceso de oxidación relevante.
Comprender estas distinciones es clave, ya que el tipo de combustión influye directamente en la naturaleza y cantidad de los gases de combustión generados y, por ende, en las estrategias de aspiración y filtración necesarias.
Gases de Combustión: Un Vistazo Detallado a sus Componentes
Los componentes presentes en los gases de combustión pueden clasificarse, de manera general, en dos grandes grupos: aquellos considerados relativamente inofensivos bajo ciertas condiciones y aquellos que son claramente contaminantes y perjudiciales.
Compuestos Considerados Inofensivos (Pero con Matices Importantes)
- Nitrógeno (N₂): Es el componente principal del aire (aproximadamente un 78%) y, aunque no participa directamente como combustible o comburente en la mayoría de las reacciones de combustión, atraviesa el proceso. Sin embargo, a altas temperaturas, el nitrógeno puede reaccionar con el oxígeno para formar óxidos de nitrógeno (NOx), que sí son contaminantes. Desde Barin, consideramos que incluso los componentes "pasivos" pueden transformarse bajo condiciones específicas.
- Oxígeno (O₂): Indispensable para la combustión, el oxígeno en exceso que no reacciona es expulsado junto al resto de los gases de escape. Su medición en los gases de salida es un indicador clave de la eficiencia de la combustión.
- Vapor de agua (H₂O): Se produce como consecuencia natural de la combustión de combustibles que contienen hidrógeno (prácticamente todos los combustibles orgánicos). Se libera junto con los gases de escape y, en sí mismo, no es tóxico, aunque puede contribuir al efecto invernadero si se emite en grandes cantidades.
- Dióxido de carbono (CO₂): Cuando la combustión es completa, el carbono del combustible se transforma en CO₂. Si bien el CO₂ producido por la respiración o procesos biológicos no es directamente nocivo en concentraciones atmosféricas normales, las emisiones masivas de CO₂ provenientes de la quema de combustibles fósiles son el principal contribuyente al calentamiento global y al cambio climático. Su "inocuidad" es, por tanto, relativa a su concentración y al contexto global.
- Amoníaco (NH₃): En algunos sistemas de control de emisiones, como los sistemas de Reducción Catalítica Selectiva (SCR) para NOx, se inyecta amoníaco o urea (que se descompone en amoníaco). El amoníaco no consumido ("ammonia slip") puede ser emitido. Aunque juega un papel en la reducción de otros contaminantes, su liberación directa también debe ser controlada.
Compuestos Contaminantes: Los Verdaderos Riesgos para la Salud y el Entorno
Esta categoría incluye una amplia gama de sustancias que representan una amenaza significativa y son el foco principal de los sistemas de aspiración y filtración industrial que diseñamos en Barin.
- Sustancias sólidas (material particulado, PM, polvo, hollín): Comprenden una mezcla compleja de partículas finas y ultrafinas, incluyendo cenizas, óxidos de silicio, aluminio, metales pesados y carbono elemental (hollín). Estas partículas son especialmente peligrosas porque pueden penetrar profundamente en el sistema respiratorio.
- Monóxido de carbono (CO): Un gas incoloro, inodoro y altamente tóxico. La falta de oxígeno suficiente durante la combustión (combustión incompleta) provoca la formación de CO en lugar de CO₂. Su peligrosidad radica en su capacidad para unirse a la hemoglobina de la sangre con una afinidad mucho mayor que el oxígeno, impidiendo el transporte de este último a los tejidos.
- Óxidos de nitrógeno (NO y NO₂, que combinados forman NOx): Se forman principalmente por la reacción del nitrógeno y el oxígeno del aire a las altas temperaturas de la combustión. Contribuyen significativamente a la formación de smog fotoquímico, la lluvia ácida y la destrucción de la capa de ozono estratosférico, además de ser irritantes respiratorios.
- Dióxido de azufre (SO₂): Un gas incoloro, tóxico y de olor picante, que se origina principalmente por la combustión de combustibles que contienen azufre, como el carbón y ciertos tipos de fuelóleo. En contacto con la humedad atmosférica o el agua, forma ácido sulfuroso (H₂SO₃) y ácido sulfúrico (H₂SO₄), componentes clave de la lluvia ácida, que deterioran el medio ambiente, edificaciones y materiales.
- Sulfuro de hidrógeno (H₂S): Un gas extremadamente tóxico e inflamable, con un característico olor a huevos podridos. Se encuentra naturalmente en el petróleo crudo y el gas natural, y puede liberarse durante su procesamiento o combustión incompleta en refinerías e instalaciones de procesado de gas natural.
- Cianuro de hidrógeno (HCN): Un compuesto químico extremadamente venenoso que puede formarse durante la combustión de materiales que contienen nitrógeno, como ciertos plásticos (poliuretano, nylon) y lanas. Suele encontrarse en gases de instalaciones de incineración de residuos y en incendios.
- Hidrocarburos (HC) no quemados o parcialmente quemados: Incluyen una vasta familia de compuestos orgánicos volátiles (COV) como el benceno (cancerígeno), formaldehído, aldehídos, furanos, dioxinas y fenoles. Muchos de ellos son tóxicos o carcinógenos y contribuyen activamente a la formación de smog fotoquímico, afectando la calidad del aire.
- Plomo (Pb) y otros metales pesados: Aunque el uso de plomo en gasolinas se ha reducido drásticamente, puede estar presente en ciertos carbones, residuos industriales incinerados o en la combustión de materiales que lo contengan (pinturas antiguas, baterías). El plomo es un neurotóxico potente y persistente en el medio ambiente, representando uno de los contaminantes más peligrosos para la salud, incluso en bajas concentraciones. Otros metales como mercurio, cadmio y arsénico también pueden ser liberados.
- Haluros de hidrógeno (HCl, HF): Ácido clorhídrico y ácido fluorhídrico en estado gaseoso, formados durante la combustión de materiales que contienen cloro o flúor (plásticos como el PVC, ciertos refrigerantes o propelentes). Combinados con la humedad del aire o de las mucosas, forman ácidos altamente corrosivos y agresivos.
Consecuencias de la Combustión: Impacto Multifacético en la Salud y el Entorno
Los gases de combustión no solo representan un problema técnico en los procesos industriales; sus efectos se extienden profundamente, afectando la atmósfera terrestre, la biodiversidad (vida animal y vegetal), y provocando el deterioro acelerado de edificios, vehículos y otros materiales. Sin embargo, son sus efectos para la salud generados por los productos de la combustión los que encienden las alarmas con mayor urgencia, especialmente en entornos laborales.
Efectos Directos en la Salud Humana: Un Peligro Invisible pero Potente
La inhalación continua o aguda de gases de combustión puede tener un amplio espectro de consecuencias adversas para la salud humana, muchas de las cuales pueden ser crónicas e irreversibles. La exposición, incluso a bajos niveles pero de forma prolongada, es una preocupación constante en muchos sectores industriales.
Algunas de las consecuencias directas más comunes incluyen:
- Irritación de vías respiratorias y mucosas: Picor y enrojecimiento de ojos, irritación de nariz y garganta, tos persistente y dificultad para respirar son síntomas frecuentes de exposición a SO₂, NOx, HC y material particulado.
- Reducción de los reflejos y capacidad cognitiva: El monóxido de carbono (CO) es particularmente insidioso, ya que al desplazar el oxígeno en la sangre, afecta directamente al cerebro, pudiendo causar mareos, confusión, somnolencia, disminución de la coordinación y, en altas concentraciones, pérdida de consciencia e incluso la muerte.
- Dolor de cabeza y fatiga: Síntomas comunes de intoxicación por CO o exposición a una mezcla de gases tóxicos.
- Problemas cardiovasculares: La exposición a material particulado fino (PM2.5) y CO se ha relacionado con un aumento del riesgo de ataques cardíacos, arritmias, desarrollo de aterosclerosis y formación de coágulos o trombos.
Enfermedades Respiratorias Causadas por Gases de Combustión y Otros Trastornos Graves
La exposición crónica a los gases de combustión es un factor de riesgo significativo para el desarrollo o agravamiento de múltiples enfermedades respiratorias causadas por gases de combustible y otros gases peligrosos. Entre ellas destacan:
- Asma y Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC): Contaminantes como el SO₂, NOx y el material particulado pueden desencadenar ataques de asma y contribuir al desarrollo o empeoramiento de la EPOC, incluyendo la bronquitis crónica y el enfisema.
- Cáncer de pulmón y otros tipos de cáncer: El benceno, el formaldehído, las dioxinas, los furanos y el hollín (especialmente el que contiene hidrocarburos aromáticos policíclicos - HAP) son carcinógenos conocidos. La exposición prolongada a los humos de diésel, por ejemplo, está clasificada como carcinogénica para los humanos.
- Neumonitis química y fibrosis pulmonar: La inhalación de ciertos gases y vapores muy irritantes puede causar inflamación aguda de los pulmones, y la exposición crónica a partículas como el sílice (presente en algunas cenizas) puede llevar a enfermedades fibróticas.
- Efectos neurológicos: Además del CO, metales pesados como el plomo y el mercurio pueden causar daños neurológicos permanentes, especialmente en el desarrollo fetal e infantil.
- Problemas reproductivos y de desarrollo: Algunos componentes de los gases de combustión pueden afectar la fertilidad y el desarrollo del feto.
Efectos de la Combustión en el Medio Ambiente
El impacto ambiental de los gases de combustión es igualmente severo y complejo:
- Lluvia Ácida: Los NOx y SO₂ reaccionan en la atmósfera formando ácidos nítrico y sulfúrico, que precipitan como lluvia ácida. Esta daña ecosistemas acuáticos, bosques, suelos y corroe edificaciones y monumentos.
- Smog Fotoquímico: Los NOx y los hidrocarburos volátiles (HC) reaccionan bajo la luz solar para formar ozono troposférico (O₃) y otros oxidantes fotoquímicos, componentes principales del smog que reduce la visibilidad y afecta la salud respiratoria.
- Cambio Climático: El CO₂ es el principal gas de efecto invernadero, pero otros gases de combustión como el metano (CH₄, producto de combustión incompleta de materia orgánica) y el óxido nitroso (N₂O, también un NOx) tienen un potencial de calentamiento global mucho mayor por molécula.
- Deterioro de la Capa de Ozono Estratosférico: Aunque menos prominente que los CFCs, algunos NOx pueden contribuir a la degradación del ozono que nos protege de la radiación UV.
- Contaminación del Suelo y Agua: La deposición de metales pesados y otros tóxicos persistentes puede contaminar suelos y cuerpos de agua, entrando en la cadena alimentaria.
¿Cuáles son las Implicaciones de los Procesos de Combustión y Oxidación en la Sociedad?
Los procesos de combustión y oxidación son omnipresentes y fundamentales para el funcionamiento de la sociedad moderna. Sus implicaciones son vastas y ambivalentes:
- Generación de Energía: La mayor parte de la energía eléctrica mundial y la energía para el transporte se obtienen mediante la combustión de combustibles fósiles (carbón, petróleo, gas natural). Esto impulsa la industria, los hogares y la movilidad.
- Procesos Industriales: Numerosas industrias dependen de la combustión para generar calor, fundir metales (siderurgia, fundiciones), producir cemento, vidrio, cerámica, productos químicos y procesar alimentos.
- Gestión de Residuos: La incineración es un método de combustión controlada para reducir el volumen de residuos sólidos urbanos e industriales, a veces con recuperación de energía.
- Costes Sanitarios y Ambientales: Las consecuencias de la combustión no controlada generan enormes costes sociales por enfermedades, pérdida de productividad, daños a ecosistemas y mitigación del cambio climático.
- Regulación y Tecnología: La necesidad de mitigar los impactos negativos ha impulsado el desarrollo de tecnologías de combustión más limpias, sistemas de control de emisiones (como los que Barin proporciona) y marcos regulatorios cada vez más estrictos a nivel nacional e internacional.
- Desarrollo Sostenible: Existe una creciente presión social y económica para transitar hacia fuentes de energía y procesos industriales menos dependientes de la combustión de materiales contaminantes, buscando un equilibrio entre desarrollo y protección ambiental.
La Solución de Barin: Aspiración Industrial para un Entorno Laboral Seguro y Saludable
Frente al panorama de riesgos y efectos para la salud generados por los productos de la combustión, la mejor estrategia de protección para los operarios de su industria es la implementación de un sistema de aspiración de gases industrial eficaz, idealmente capturando los contaminantes en el mismo origen de su generación.
La Importancia Crítica de la Captura en Origen
La captura en origen es el método más eficiente para controlar los gases de combustión y otros contaminantes aéreos en el lugar de trabajo. Consiste en extraer los humos, polvos o gases directamente donde se producen, antes de que se dispersen en el ambiente general del taller o la nave industrial y puedan ser inhalados por los trabajadores o afectar a maquinaria sensible. Este enfoque ofrece múltiples ventajas:
- Máxima eficacia de extracción: Se requiere un menor caudal de aire en comparación con la ventilación general, lo que reduce costes energéticos.
- Protección directa del operario: Minimiza la exposición del trabajador más cercano a la fuente.
- Menor contaminación del entorno general: Mantiene el resto del espacio de trabajo más limpio.
- Facilita el cumplimiento normativo: Ayuda a cumplir con los límites de exposición profesional.
Soluciones de Barin Adaptadas a Cada Necesidad Industrial
En Barin, contamos con décadas de experiencia y un profundo conocimiento técnico para ofrecer una amplia gama de soluciones de aspiración y filtración, diseñadas a medida para los desafíos específicos de cada industria y aplicación donde se generan gases de combustión:
- Brazos Articulados de Aspiración: Perfectos para puntos de generación localizados y variables, como en operaciones de soldadura, corte por plasma o láser, o manipulación de productos químicos. Permiten posicionar la campana de aspiración directamente sobre la fuente de emisión.
- Equipos de Aspiración Portátiles y Móviles: Ofrecen flexibilidad para talleres con puestos de trabajo cambiantes o para operaciones de mantenimiento. Incorporan sistemas de filtración que permiten devolver el aire limpio al ambiente o expulsarlo al exterior.
- Sistemas de Aspiración Centralizados: Diseñados para instalaciones con múltiples puntos de emisión. Un potente ventilador central extrae los contaminantes de diversas fuentes, conduciéndolos a una unidad de filtración principal antes de su descarga. Son ideales para grandes talleres de soldadura, fundiciones o plantas de procesamiento.
- Cabinas de Trabajo y Cerramientos Aspirados: Para procesos que generan grandes cantidades de contaminantes o donde se requiere un confinamiento total, como el lijado, granallado, pintura (con disolventes que pueden producir COVs) o ciertas operaciones químicas.
- Mesas de Aspiración Descendente o Trasera: Ideales para trabajos de corte, desbarbado o soldadura de piezas pequeñas, aspirando los humos hacia abajo o hacia atrás, alejándolos de la zona respiratoria del operario.
- Sistemas de Filtración Avanzados: Dependiendo de la naturaleza de los gases de combustión y partículas, en Barin integramos diferentes tecnologías de filtración: filtros de cartucho, filtros HEPA para partículas ultrafinas, filtros de carbón activado para gases y olores, lavadores de gases (scrubbers) para contaminantes ácidos o solubles, y ciclones para partículas más gruesas.
Barin: Su Aliado Experto en Calidad del Aire Industrial
La gestión adecuada de los gases de combustión es una responsabilidad ineludible para cualquier industria que valore la salud de sus trabajadores, la protección del medio ambiente y el cumplimiento normativo. La "infoxicación" o exceso de información a menudo dificulta tomar decisiones acertadas, pero la realidad técnica es clara: la exposición a estos gases es peligrosa y evitable.
En Barin, no solo ofrecemos equipos; proporcionamos experiencia, conocimiento técnico y soluciones integrales. Nuestro equipo de ingenieros y técnicos especializados está preparado para analizar sus procesos, identificar los riesgos asociados a los gases de combustión y diseñar e implementar el sistema de aspiración y filtración industrial más eficiente y rentable para su caso particular.
¡Nos preocupa el aire que respiras! Confíe en la experiencia de Barin para transformar su entorno laboral en un espacio más seguro, saludable y productivo. Consúltenos sin compromiso y descubra cómo podemos ayudarle a controlar eficazmente los efectos de la combustión en su industria.