Actualidad Barin

Peligros por exposición a los gases irritantes

La inhalación de gases irritantes puede acarrear múltiples consecuencias para la salud. Los operarios del sector industrial constituyen un grupo de riesgo por las características de su trabajo, siendo son los más propensos a sufrir daño agudo o crónico en su sistema respiratorio. ¿Quieres saber más acerca de los peligros de los gases tóxicos? Sigue leyendo.

Gases irritantes, ¿qué son?

Se consideran como gases irritantes todos aquellos que al ser inhalados lesionan la vía aérea y cuya acción no solo daña el árbol respiratorio, sino que también actúa sobre las mucosas, provocando enrojecimiento ocular, lagrimeo, estornudos…

La inhalación aguda de gases irritantes puede darse en múltiples circunstancias, pero normalmente ocurre en el ámbito industrial, a causa de una válvula o bomba defectuosa en un tanque de gas o durante su transporte.

Ejemplos de gases irritantes

Los gases irritantes más comunes son los siguientes:

  • Amoníaco: incoloro con un olor característico.
  • Cloruro de hidrógeno: corrosivo, de olor picante y sofocante.
  • Dióxido de azufre: incoloro de olor irritante.
  • Cloro: de color amarillo verdoso.
  • Dióxido de nitrógeno: de color marrón amarillento, muy común en zonas urbanas.
  • Fosgeno: utilizado para hacer plásticos y pesticidas.
  • Ozono: desprende un olor fuerte. En grandes concentraciones se vuelve de color azulado.

No obstante, existen otros que también pueden ocasionar lesiones, tal y como el formaldehido, el cianuro de hidrógeno, el sulfuro de hidrógeno y los vapores de mercurio.

Intoxicación por gas irritante

Las alteraciones respiratorias producidas por la inhalación aguda de gases irritantes varían en función de los siguientes factores:

  • Concentraciones del gas depositado en el aparato respiratorio: determinada tanto por la cantidad del gas como por su solubilidad en las mucosas.
  • Toxicidad del gas: depende de su composición química.
  • Respuesta individual de cada organismo.

De esta forma, podemos distinguir distintos tipos de intoxicaciones, dependiendo de la solubilidad y la capacidad de irritación del gas. Mientras que los solubles no tienen apenas efectos sobre la vía aérea superior, sí que penetran hasta los alvéolos. Por el contrario, los solubles irritan con facilidad el tracto respiratorio superior:

  • Intoxicación por gases irritantes y solubles: aquí se enmarcan el amonio y el ácido clorhídrico. Producen lesiones inmediatas, obstruyendo las vías respiratorias altas. Los pacientes pueden experimentar tos, disnea, sensación de asfixia, estridor por edema laríngeo, dolor y opresión esternal e irritación ocular, nasal y orofaríngea.
  • Intoxicación por gases irritantes e insolubles: el cloro, el cadmio, el cloruro de zinc, el paraquat y el vanadio afectan tanto al tracto respiratorio superior como al inferior, así como al epitelio alveolar. Entre las seis primeras horas se suele presentar tos, disnea leve y sibilancias escasas con hiperemia nasofaríngea; entre las 6 horas y los 10 días se obstruyen las vías respiratorias, lo que lleva a retracciones inspiratorias y estridor y un severo edema nasal, faríngeo y laríngeo que se extiende hasta la tráquea y los bronquios. También se puede padecer bronquitis severa.
  • Intoxicación por gases poco o nada irritantes: entre ellos se encuentran el óxido de nitrógeno, el fosgeno y el mercurio. Estos producen daños y manifestaciones clínicas independientemente de su solubilidad. Normalmente lesionan los bronquios terminales y conducen a la formación de metahemoglobina, un fenómeno que interfiere con el aporte de oxígeno a los tejidos. El paciente puede presentar tos, disnea y sibilancias, para luego desarrollar un edema pulmonar no cardiogénico.

Gases tóxicos: ¿cómo eliminarlos?

La forma más efectiva de acabar con los gases tóxicos es utilizando un sistema de aspiración de gases en el origen. Estos se encargan de capturarlos antes de que salgan al ambiente, de filtrarlos y de devolver el aire completamente limpio. Así, aseguran que los gases irritantes generados durante la actividad industrial no alcanzan las vías respiratorias de los operarios ni del resto de personal de la planta.

En Barin contamos con diferentes sistemas de aspiración de gases, vapores y COVs, desde equipos portátiles con brazos articulados, hasta cabinas y campanas. Consúltanos sin compromiso para escoger el que mejor se adapte a tu industria.