Los peligros del cloro en el aire respirable y cómo protegerse
El cloro es un reactivo que dificulta su detección en sitios de desechos peligrosos. Por esta misma razón es un problema ya que cualquier cantidad que se emita se puede transformar en otras sustancias cuyas fuentes originales pueden no estar compuestas de cloro. Esta sustancia se puede liberar al aire respirable por todos y ocasionar problemas graves de salud.
Cuando el cloro sale desde un área extensa, por ejemplo, desde una planta, un recipiente, una botella o simplemente de una piscina, la sustancia puede salir al exterior. No obstante, no siempre conlleva una exposición. Una persona se expone a una sustancia cuando entra en contacto con ella, como podría ser inhalar, comer, beber o mediante contacto con el cuerpo. El cloro es una sustancia reactiva y es complicado que una persona se exponga directamente salvo que se libere una gran cantidad de cloro. A pesar de esta situación, los peligros del cloro en el aire respirable son más que notables cuando se transforman en otras sustancias o cuando se hace un uso incorrecto. Te explicamos el motivo.
¿Cómo afecta el cloro a la salud?
Las consecuencias y los dañosdependen del tipo de exposición al elemento y a las cantidades. Los efectos más comunes tras una larga exposición con el cloro son los siguientes:
Asma
Es una enfermedad bastante común en los niños. El cloro puede entrar en los pulmones, ya sea a través de una inhalación o tras ingerirlo y el daño es bastante grave para los alvéolos, ya que ataca directamente a las células que los protegen. Así pues, lo que ocasiona es que elimina su defensa y con predisposición a padecer asma. Además de la irritación, también es bastante frecuente que se produzca una tos intensa y, por tanto, problemas para respirar. Otros síntomas son los goteos nasales y sonidos respiratorios.
Garganta y nariz
El cloro afecta a las mucosas. Cuando entra en contacto con ellas, afecta a la garganta y produce tos, lo que daña considerablemente las vías respiratorias. Hay que prestar especial atención a las piscinas, pues en un descuido se puede tragar agua, y las piscinas contienen una gran cantidad de cloro.
Malestar general
Si atendemos a los citeriores anteriores, el cloro es un elemento que causa irritación constante y provoca dolor torácico. Una ingesta en grandes cantidades está relacionada con la aparición de vómitos, náuseas, mareos y problemas en las vías respiratorias.
Irritación
Una larga exposición al cloro ocasiona picor, ardor, enrojecimiento y problemas en la piel (urticaria). Si volvemos al caso de las piscinas, un consejo fundamental es no lavarse la cara o nada más salir del agua puesto que irrita y causa escozor en los ojos y en la nariz.
¿Qué sucede durante la exposición al cloro?
Existen numerosos factores que influirán en si la exposición al cloro es perjudicial o no. Los factores están relacionados con la cantidad, el tiempo y cómo entró en contacto el cloro en el organismo. De la misma forma, hay que considerar otras sustancias químicas a las que se está expuesto, tal y como sucede en numerosos puestos de trabajos en los que los trabajadores utilizan otros componentes químicos. La edad, el sexo, el estilo de vida y la condición de salud también son otras consideraciones a tener cuenta.
Ejemplos claros los encontramos en los accidentes laborales. Si se derrama una gran cantidad de cloro líquido, un escape de cloro desde un tanque o desde una estancia que fabrica cloro, puedes exponerte al cloro si respiras el aire contaminado o si entra en contacto a través de la piel o de los ojos. Otra exposición al cloro la encontramos en la mezcla de componentes químicos para un uso doméstico. En casos de limpiezas profundas, en los que se pretende limpiar el baño, una cocina o simplemente para tratar el agua de las piscinas, se utilizan fórmulas para potenciar la limpieza y lo que sucede es el efecto contrario.
¿Qué hacer en caso de exponerse y cómo protegerse ante el cloro?
Si sufres algún accidente con cloro lo aconsejable es tomar medidas inmediatamente para prevenir una reacción más peligrosa. Si derramas líquido sobre tu piel, lo que hay que hacer es aclarar con agua y jabón neutro para evitar la irritación. En el caso de que hayas ingerido cloro, los expertos recomiendan beber abundante agua y pedir cita para una revisión médica. Después de un baño en la piscina también es normal que se irriten los ojos o la nariz. No obstante, si experimentas síntomas más graves relacionados con la tos, dolores de estómago o problemas para respirar, lo aconsejable es acudir a urgencias para prevenir un daño superior ocasionado por el cloro.
Desde Barin te aconsejamos cómo protegerte ante el cloro:
- Cuando vayas a limpiar el baño o cualquier tipo de estancia en tu hogar, utiliza guantes y pequeñas cantidades de cloro para evitar su inhalación. El cloro se mezcla con lejía o amoníaco, por lo que cantidades pequeñas de cloro son suficientes. Además, sería ideal contar con una ventana abierta para favorecer la ventilación y evitar que el olor permanezca.
- Si cuentas con grifos en casa para beber agua, se aconseja que estén preparados mediante filtros especializados.
- Después de acudir a la piscina, es fundamental ducharse con agua y jabón neutro. De esta forma, eliminamos los componentes de cloro de la piel. Además, las piscinas deben mantenerse limpias, pero con la cantidad mínima y recomendada de cloro, para evitar daños.
- Se recomienda el uso de pastillas purificantes en el caso de que haya que purificar el agua antes de beberla.
Cuenta con nosotros. En Barin, nos preocupamos por el aire que respiras.